La nueva economía post pandemia, los nuevos parámetros de demanda de las nuevas generaciones, la incursión de nuevas tecnologías y la imperiosa necesidad de integrar experiencias memorables y únicas que conecten, fidelicen y capturen nuevos clientes, han creado le necesidad urgente de consolidar procesos de formación a nivel empresarial que permitan a los colaboradores ser más competentes en el proceso de SERVICIO AL CLIENTE, y con ello, desarrollar un cumulo de habilidades y competencias que permitan conectar con la psiquis de los clientes, atender sus requerimientos, saber leerlos, y brindar soluciones enfocadas a la recordación, a la compra, a la recompra y al bienestar.
Es por ello, que los programas de formación en SERVICIO AL CLIENTE deben estar enfocados a la concepción y al desarrollo de competencias psicológicas, competencias sociales y competencias conceptuales que deriven en acciones inteligentes con colaboradores que sepan hacer con el saber para causar el efecto necesario en los momentos de verdad y adicional a ello generar resonancia, impacto y enfoque al resultado, es así que el mercado está demandando colaboradores más consientes, polifuncionales con competencias del orden blando, y competencias técnicas que ayuden crear marca.